Boblablú era la princesa del país del mundo de plastilina. Detestaba los vestidos porque se sentía ridícula con ellos, prefería las faldas cortas, esas que tanto disgustaban a su padre, el rey. Bloblablú no quería comer canapés, ni llevar corsé, ni diademas de aguamarinas, ni pintarse los labios, ni tener que rizarse el pelo con las tenacillas todas las mañanas. Ni ponerse el collar que le dejó su abuela en herencia. No le gustaban los príncipes, eran feos; con el pelo pegado a la frente, la raya a un lado, y la camisa de cuadros. No le gustaban los mocasines, ni las vacaciones en yate, odiaba el vino, aunque fuera de la campiña francesa. Le repugnaban los brindis. Bloblabú quería ser una estrella del porno. Le gustaba el cuero, la lencería, las medias de seda y los escotes pronunciados. No quería ser blandita y hacer reír a los niños.
Entonces, con un golpe seco y contundente el niño aplastó la figura de plastilina. Odiaba los muñecos cursis de su hermana.
Y quizá este fue el mejor final que la princesa podía desear.
(Imagen: Fran Kunert)
8 comentarios:
Tiene vista esta boblablú. ¿Pondrá una óptica de plastilina?
me ha encantado tu página. ana.
Antes muerta que senc... Que princesa :D
Pobre princesa, me ha conmovido la historia, aun encima que no era feliz en vida muere aplastada de un puñetazo :.....( Seguramente otra princesa con mas suerte renacera del bolo de plastilina escachufado, pero eso ya seria otra historia... xDDD
Joojojojojojojjojojo!!!! Me mola eso de estrella del porno, le va bastante, además al ser de plastilina, se adaptaría perfectamente a cualquier "situación". Una genial idea, una muñeca de plastilina que quiere ser estrella porno.
Y bien resuelta.
No sé qué me ha gustado más, el cuento o el nombre de la princesa. Un cuentito muy interesante para dormir a los niños de hoy. Besos.
Me encanto el final y realmente espero que no reencarne en ninguna otra figura.
Buenísimo, contundente.
me encantó!!
que suerte que la princesita haya tenido quien le saque las castañas del fuego.
un abrazo con una sonrisa en la cara.
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